SIGUE AQUÍ

Como si el mundo dependiera
del trazo correcto de una frase.

Nunca supo —y quizá eso la hizo eterna—
que había una brújula escondida
en su manera de estar ausente.

Lo que no ocurrió
dibujó el mapa.

Yo viví de su imagen,
como quien bebe del reflejo
sin tocar el agua.

Ella no lo supo,
y, sin saberlo,
sigue aquí.

Los años no borran,
solo disimulan.
Y cuando la encontré de nuevo,
aún llevaba la misma pausa
antes de saludar.