LLUEVE SOBRE MOJADO

A veces el mundo se siente ajeno.

Un día te levantas y todo pesa. Nada es como debería ser, los engranajes no encajan y tú no sabes quién eres. Pero no puedes quedarte quieta. Un impulso sin razón aparente te mueve y, de pronto, te cruzas con una sonrisa y te ríes.

La felicidad se cuela, una tregua breve en la tormenta, una ilusión que te sostiene, que te hace creer que todo puede funcionar, y entiendes que, aunque no seas quien crees que deberías ser, encajas, imperfecta y real, en este mundo en el que también llueve sobre mojado.

AMARTE

Amarte
hace que mire la vida
y me dé cuenta
de que son dos pinceladas,
dos espacios,
dos tiempos:
uno, el de antes,
otro, el de después.

En medio,
el instante inabarcable
de quedarme
toda la vida
contigo.