HOSTILIDAD

 “Qué tristes fueron esos años: tener el deseo y la necesidad de vivir pero no tener la habilidad”. 
Charles Bukowski



La incertidumbre,
– dudar– 
me encoge el estómago. 
¿Dónde me refugio de esta hostilidad?
Quiero huir pero duele,
quiero quedarme
pero no sé hacerlo.

ERES URGENTE

Y de pronto, 
recibir tu mensaje
me hizo sonreír.
Aun no sé si eres importante, 
pero sí urgente.

LOS INICIOS

"Nada me ata a su cuerpo, únicamente mi atención."

- Sara Torres, La Seducción

Estoy trabajando
y vuelas en mi mente.
Estoy volviendo a casa
y aterrizas en mis manos.
Estoy haciendo nada
y me inundas.
Estoy contigo
y no me basta.

Esa sensación
ilusionante
aparece de nuevo,
sin contorno,
por definir.
No cabe en el estómago, 
y aprieta el corazón.

La almohada me susurra
que todos los inicios son así,
que sea prudente,
que me lance -sí-,
pero de pie y con agua.

EL REGRESO

El corazón palpita más lento,
la oscuridad me habita,
el silencio es ruido
y la emoción me ahoga.

Los sentimientos,
          desordenados.

Muevo mi cuerpo.
Me esmero.
Juego.
Salto.
Canto.
Y él siempre me devuelve a casa.
A mis personas.
Las que agitan mi desorden,
y traducen todo ese caos
en hogar.

Y me abrazan
—me juegan—
—me saltan—
—me cantan—
con el cuerpo, sí,
y con todo.