Es realmente increíble tener la posibilidad de pasear durante el frío invierno abrigada hasta los pies por la playa, sentir la húmeda arena y el mar en calma acariciando la orilla. Te devuelve la consciencia sobre el tiempo: ayer dabas un paso y mojabas tu cuerpo (semi)desnudo, y hoy te mantienes atento de que el mar no alcance tus zapatos. En verano todo es distinto. O en invierno, según se mire...
3 comentarios:
Cuanta razón tienes. Yo estoy algo cansado de la lluvia ya porque no puedo ir a patinar así que en su lugar me quedo en la cama tapado con la manta :D
Creo que no podría vivir sin el verano, pero tampoco sin el invierno...bonita reflexión.
Paula Blú.
Carmen, entra en mi blog en la sección de vídeos y mira el de BUSCAMOS UN HOMBRE ASÍ. Luego ves a la web que sale debajo y mira segundo vídeo. Sale BFN.
Es solo una curiosidad :)
Por cierto, podrías hacer una entrada sobre la tarjeta intermodal!
besos!
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