EN CONSTANTE TRANSFORMACIÓN

Caminamos nuestra rutina a diario: los mismos pasos, el mismo camino, la misma hora. Nos cruzamos con las mismas caras, repetimos la misma sonrisa, el mismo saludo automático. Y sin embargo, detrás de esa aparente repetición, algo cambia constantemente. Yo no soy la misma de ayer. Cada día, sin que nadie lo note, estreno una versión distinta de mí.

¿Dónde ocurre esa transformación silenciosa? ¿En qué paso se descose lo viejo para dar espacio a lo nuevo? ¿En qué momento exacto mi interior se acomoda a una forma diferente de ser? En esa continuidad predecible también habitan las grietas donde el interior se reinventa. En esa constancia se ocultan momentos invisibles de cambio, de cierre, de comienzo. Y me lo pregunto, mientras rutinamos, de todos los días que atravesamos con piloto automático, ¿en cuántos dimos una sonrisa auténtica, y en cuántos nos envolvimos en un cordial disfraz? A veces, alguien me ve a la misma hora, en el mismo lugar, y cree que nada ha cambiado. Pero sin saberlo, ha sido testigo del cierre silencioso de una etapa. Quizás no lo notaste, pero mientras cruzábamos miradas, nacía una nueva versión de mí.

No hay comentarios: